jueves, 11 de febrero de 2010

El competitivo Hans Rudel

La personalidad del mas exitoso piloto de Junkers 87 Stuka era extraordinariamente competitiva. No le bastaba haber destruido 517 tanques rusos durante la guerra (mas de trescientos por arriba del piloto que le sigue), un acorazado (Marat), 20 barcos mas pequeños y doscientas barcazas, tambien en el deporte buscaba destacarse. Cualquier escusa era buen motivo para una competencia.
Al arribar a la Fabrica Militar de Aviones de Córdoba con sus amigos pilotos Otto Behrens y Max Dainz se les comunicó que se alojarían con sus familias en unos Chalets en Villa General Belgrano, donde ya estaban viviendo muchos científicos de la Luftwaffe y marinos del acorazado Graf Spee.
Cuando se les ofrecio un vehiculo con chofer para llevarlos a la villa, Rudel insistió en pedir tres motocicletas Puma (que se fabricaban allí). Como Perón había ordenado a las autoridades de la fabrica ponerse a disposición de los expertos alemanes , nada pudieron objetar.
Una vez instalados sobre las motos y recibidas las instrucciones de como llegar a la Villa (distante a unos 80 Km. por camino montañoso de cornisa), Rudel gritó a sus compañeros que el primero en llegar elegía la casa y aceleró a fondo. Seguido muy de cerca por sus amigos Rudel corrio sin parar esquivando autos y rozando el borde del precipio, ganado la carrera.
Pronto le agregó un sidecar a la moto, pero no por eso reducia la velocidad en las curvas. Los policias de transito lo conocian como el alemán loco y sabían por experiencia que jamás debian aceptar cuando él se ofrecia amablemente a llevarlos.